1. Introducción.
La refractometría de líquidos es una técnica analítica que determina la densidad de una disolución en
base a la modificación que dicha densidad induce en su índice de refracción. Dicho índice de refracción indica la desviación de la dirección inicial del rayo luminoso al pasar la luz de un medio aéreo a uno líquido, pudiéndose averiguar con él la densidad de dicho líquido.
Para llevarla a cabo se necesita de un instrumento óptico denominado refractómetro, que mide el ángulo de refracción de la luz al atravesar un líquido a una temperatura determinada.
2. Materiales.
- Refractómero.
- Muestra líquida de suero, plasma u orina.
- Agua destilada.
- Papel absorbente.
- Pipeta Pasteur.
3. Procedimiento.
Primero se debe de calibrar el instrumento colocando una gota de agua destilada en el prisma del refractómetro, se cierra su tapa y, mirando por
el ocular, se hace una puesta a cero moviendo el tornillo.
Tras el taraje limpiamos el agua con papel absorbente y colocamos una gota de la muestra problema (suero, plasma, orina) en el prisma; cerramos la tapa y, mirando por el ocular, determinaremos su concentración de proteínas o electrolitos (densidad).
4. Normas de seguridad y posibles peligros.
Se debe evitar las ralladuras sobre el prisma y/o golpes o caídas que podrían dañar el sistema óptico, ya que estas tienen una influencia negativa en la medición.
En la limpieza se utiliza solo un paño húmedo o papel absorbente y se evitarán limpiadores agresivos, secándose perfectamente el aparato con suaves toques.
El instrumento se limpiará simplemente con un paño húmedo y nunca bajo el agua, ya que podría penetrar en el interior y dañarlo.
5. Observaciones.
Ninguna observación a destacar.
7. Conclusiones.
Conseguimos calibrar el refractómetro entre toda la clase sin problema.